martes, 11 de junio de 2013

Conclusiones La Vanguardia

La Vanguardia es un periódico catalán con tirada a ámbito nacional, con lo cual no se centra exclusivamente en noticias de Cataluña y se puede decir que tiene un carácter más general que otros diarios nacionalistas como Deia o Egin. Sin embargo, también se puede afirmar que ejerce una postura más parcial que otros medios. La noticia en la que un policía anónimo vincula a ciertos miembros del gobierno con los GAL está marcada por la subjetividad en su redacción, dando a entender que las sospechas provienen fundamentalmente de Euskadi.

Otro motivo que no ayuda en la defensa de este periódico es su tratamiento inicial al atentado contra García Goena. Al igual que muchos otros medios, La Vanguardia no duda en señalar a ETA como los principales culpables del asesinato del refugiado vasco, basándose en “fuentes de la lucha antiterrorista” y asegurando que el tipo de explosivo que ocasionó la muerte de Goena es utilizado habitualmente por la banda terrorista. No solo eso, sino que el titular de la noticia de ése día “La policía dice que fue ETA la que asesinó a un refugiado” parece que pretende defender a toda costa esta postura, y quita hierro a un hecho tan dramático.

Al día siguiente, el periódico catalán rectifica y asegura que fueron los GAL quienes asesinaron a García Goena. Cabe añadir que, a pesar de emplear un tono favorable hacia la víctima en las informaciones posteriores, la rectificación en sí aparece como una mera mención dentro de una noticia más amplia, algo reprochable cuando se trata de un asunto con una magnitud tan enorme.

El seguimiento posterior al caso Goena es muy escaso (breves reseñas sobre el día de su funeral) hasta 1988, cuando aparece una amante del policía corrupto Amedo y le acusa de estar implicando en el fatídico atentado. Estas informaciones vienen más marcadas por la imparcialidad, quizás porque no había otra salida lógica más que reconocer las acusaciones hasta que se demostrase lo contrario. Sin embargo, poco después aparecerían más testigos que exculparían a los ex policías. Estas dos caras de la moneda ayudan a La Vanguardia a poder mostrar dos versiones distintas de la historia sin perder credibilidad alguna y pudiendo ser capaces de mantener una postura neutral.

El caso Amedo cobra especial relevancia cuando el tribunal emite la condena de más de 100 años a cada uno. Aquí sorprende que La Vanguardia apenas haga referencia alguna a la absolución de los dos policías por el asesinato de Goena, mencionándolo por encima y dando el asunto por finalizado. El año previo, el periódico ya había cometido una errata muy grave, nombrando a Goena como etarra cuando ya era sabido que no existía relación alguna entre la víctima y la banda terrorista. Este tipo de sucesos resta credibilidad al periódico, que venía de pasar por un periodo más objetivo respecto a sus informaciones del caso.

La conclusión del tratamiento del periódico de La Vanguardia al caso de García Goena no es muy favorecedor, ya que hay ciertas noticias que muestran una clara falta de imparcialidad. También cabe añadir que el seguimiento realizado, aunque constante,

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