martes, 11 de junio de 2013

Conclusiones Deia


Deia, como periódico vasco, difiere del tratamiento dado al caso de García Goena. Si lo comparamos con la mayoría de los medios, el error  fundamental que cometieron fue atribuir desde el primer momento la autoría del atentado a ETA. Deia se separa de estas afirmaciones y mantiene una postura más neutral, dando mayor credibilidad desde el primer momento al comunicado emitido por los GAL, que luego resultó ser cierto.

También se aprecia una mayor cobertura por parte del periódico en los días posteriores al suceso, no se limitan a escribir una noticia breve sobre el funeral de García Goena, y se amplía la información desde varios puntos de vista. Mientras que otros medios daban la sensación de perder el interés sobre el caso (apenas haciendo seguimiento de él y limitando sus informaciones a simples notas de prensa) cuando se reveló que fueron los GAL los autores del atentado y que la víctima no tenía relación alguna con ETA, Deia hace todo lo posible para publicar una información diaria sobre el asesinato.

No sería hasta cuatro años más tarde, en el juicio contra los ex policías Amedo y Domínguez, cuando a los medios no les quedaría más remedio que volver a informar abundantemente sobre el refugiado vasco. Durante el tiempo inmediato transcurrido apenas surgió información alguna, y el caso fue prácticamente abandonado al de dos semanas de ocurrir el atentado. Más adelante, con las acusaciones de la amante de Amedo a finales de los ochenta, se volvía a informar sobre los GAL, pero sin datos suficientes. Esto da una idea del secretismo que rodeaba al grupo de liberación hasta principios de los noventa, cuando se comenzó a destapar su relación con la policía y el gobierno.

Al día siguiente de ser condenados Amedo y Domínguez a más de 100 años de cárcel cada uno, Deia informa exhaustivamente sobre el juicio y los antecedentes que le rodean. Se aprecia un lado más crítico del periódico hacia la justicia, tanto por tardar en emitir una condena definitiva más de tres años después de ser arrestados los policías, como por su absolución en el caso Goena. Es a partir de este momento cuando comienza un gran declive de la información sobre los GAL, y la contrariedad en las distintas declaraciones de los testigos (Inmaculada Gómez y la anónima “Blanca”) no ayuda a esclarecer nada sobre el asesinato, a pesar de que los indicios apuntan claramente a los policías.

La reapertura del sumario de los GAL por parte del juez Baltasar Garzón supone un rayo de esperanza, casi diez años después del atentado contra García Goena, pero una vez más, las constantes contradicciones de los imputados impide avanzar a una conclusión definitiva. Deia valora todas las nuevas informaciones provenientes de los juicios, pero no aporta tantos datos como en los años previos y finalmente, como la mayoría de los medios, acaba por abandonar el caso, apenas con alguna reseña o comentario esporádico a partir de 1996.

En definitiva, se puede asegurar con certeza que la cobertura de Deia en el caso de Garcia Goena es mayor durante los días inmediatos al atentado, más crítico, y menos parcial en las informaciones que le relacionan con ETA. No obstante sí mantiene un punto en común con el resto de medios: la información del caso se diluye drásticamente a partir de 1991, y a pesar del “resurgimiento” del caso con la reapertura del sumario en 1995, no vuelve a ser lo mismo.

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