Deia, como periódico vasco, difiere del tratamiento dado
al caso de García Goena. Si lo comparamos con la mayoría de los medios, el
error fundamental que cometieron fue
atribuir desde el primer momento la autoría del atentado a ETA. Deia se separa
de estas afirmaciones y mantiene una postura más neutral, dando mayor
credibilidad desde el primer momento al comunicado emitido por los GAL, que luego
resultó ser cierto.
También se aprecia una mayor cobertura por parte del
periódico en los días posteriores al suceso, no se limitan a escribir una
noticia breve sobre el funeral de García Goena, y se amplía la información
desde varios puntos de vista. Mientras que otros medios daban la sensación de
perder el interés sobre el caso (apenas haciendo seguimiento de él y limitando
sus informaciones a simples notas de prensa) cuando se reveló que fueron los
GAL los autores del atentado y que la víctima no tenía relación alguna con ETA,
Deia hace todo lo posible para publicar una información diaria sobre el
asesinato.
No sería hasta cuatro años más tarde, en el juicio contra
los ex policías Amedo y Domínguez, cuando a los medios no les quedaría más
remedio que volver a informar abundantemente sobre el refugiado vasco. Durante
el tiempo inmediato transcurrido apenas surgió información alguna, y el caso
fue prácticamente abandonado al de dos semanas de ocurrir el atentado. Más
adelante, con las acusaciones de la amante de Amedo a finales de los ochenta,
se volvía a informar sobre los GAL, pero sin datos suficientes. Esto da una
idea del secretismo que rodeaba al grupo de liberación hasta principios de los
noventa, cuando se comenzó a destapar su relación con la policía y el gobierno.
Al día siguiente de ser condenados Amedo y Domínguez a más
de 100 años de cárcel cada uno, Deia informa exhaustivamente sobre el juicio y
los antecedentes que le rodean. Se aprecia un lado más crítico del periódico
hacia la justicia, tanto por tardar en emitir una condena definitiva más de
tres años después de ser arrestados los policías, como por su absolución en el
caso Goena. Es a partir de este momento cuando comienza un gran declive de la
información sobre los GAL, y la contrariedad en las distintas declaraciones de
los testigos (Inmaculada Gómez y la anónima “Blanca”) no ayuda a esclarecer
nada sobre el asesinato, a pesar de que los indicios apuntan claramente a los
policías.
La reapertura del sumario de los GAL por parte del juez Baltasar
Garzón supone un rayo de esperanza, casi diez años después del atentado contra
García Goena, pero una vez más, las constantes contradicciones de los imputados
impide avanzar a una conclusión definitiva. Deia valora todas las nuevas
informaciones provenientes de los juicios, pero no aporta tantos datos como en
los años previos y finalmente, como la mayoría de los medios, acaba por
abandonar el caso, apenas con alguna reseña o comentario esporádico a partir de
1996.
En definitiva, se puede asegurar con certeza que la
cobertura de Deia en el caso de Garcia Goena es mayor durante los días
inmediatos al atentado, más crítico, y menos parcial en las informaciones que
le relacionan con ETA. No obstante sí mantiene un punto en común con el resto
de medios: la información del caso se diluye drásticamente a partir de 1991, y
a pesar del “resurgimiento” del caso con la reapertura del sumario en 1995, no
vuelve a ser lo mismo.
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